Ya sea por ser ecologista, por salud o simplemente moda, la comida orgánica ha aumentado su demanda de manera considerable.
La alimentación orga´nica tiene muchos puntos a favor, desde el punto de vista ambiental, salud y comunidad. Por ejemplo leí que las zanahorias orgánicas contienen más "zanahoria", ya que los fertilizantes que fijan el nitrógeno al suelo, aceleran la entrada de agua, por lo tanto comes más agua y menos zanahoria, o cualquier otro vegetal.
Sin embargo, hay que darnos cuenta cunado un producto es meramente comercial, porque si bien sabemos, la comida orgánica es carísima!!!, aumentando el precio de un producto hasta un 200%. Por lo tanto, aquí una guía de que comprar y que no comprar de alimentos orgánicos:
COMPRA:
Lechuga y espínacas, debido a que son vegetales que están en contacto directo con el medio ambiente, corren el riesgo de estar en contaco directo con fetilizantes y pesticidas.
Leche: Contiene más ácidos grasos escenciales y vitamina A, D y E.
Pollo: Si no vieron Food Inc, he ahí la respuesta, y por más que puedan, eviten las alitas, ahí se concentra mayor cantidad de hormonas.
Fruta en general: no contienen pesticidas y ayudas a pequeños agricultores a su economía, fijate cuales son de temporada.
Cremas, Shampoo, aceites para el cuerpo, etc. Entre menos nombre impronunciables mejor. Vete por la sávila, aceites de semillas, etc...
Azúcar: No porque sea más sana (recuerda azúcar orgánica o no, sigue siendo calorías vacías), sino porque el cultivo de la remolacha de azúcar es uno de los más contaminantes del mundo.
Vino: Si tu presupuesto puede, prueba un vinito orgánico
Tubérculos como papa, camote y zanahoria: Porque los químicos penetran hasta la raíz
Avena: Mayor concentración de complejo B y fibra, porque no está refinado
NO COMPRES:
Galletas orgánicas: las galletas son galletas, ok?
Fruta orgánica de temporada: Sólo cuando la fruta crece fuera de la estación, se utilizan químicos, crees que Monsanto va a desperdiciar un dólar, si la fruta crece bien así solita?
Comida orgánica importada: Está bien que compres salmón fresco orgánico alimentado de plancton silvestre importado de Islandia, pero ya te diste cuenta de cuanto viajó hasta tu plato? FAIL.
Bebidas alcoholicas: Por donde lo veas, no es saludable, aunque cambia notablemente su sabor.
Cosas por el hecho de ser orgánicas: Por más orgánico que sea, el tocino contiene la misma cantidad de grasa, así como la mantequilla o la crema. Algunos cereales o barritas orgánicas tienen 2 veces más grasa o azúcar que su versión orginail.
En conclusión, La comida orgánica puede ser tan sana como tan engañosa y la industria alimentaria no es un enemigo a vencer, al contrario, gracias a ella, nos ha facilitado la vida. Entonces, te recomiendo y a medida de lo posible incluye más alimentos orgánicos, pero se cauteloso, recuerda que no todo lo que brilla es oro ;)
Fuente: Revista Ego
Foto: Mercado Orgánico El Pochote, Oaxaca, Oax.
Antes de iniciar esta entrada les presumo mi medalla al orgullo nerd, es decir, por segundo año consecutivo, obtuve promedio de 10 de mi carrera en nutrición.
Y como esta noche no podía pasar por desapercibida, mi queridisima madre me pregunto donde quería salir a cenar, y yo respondí, quiero conocer Pitiona.
El Chef, José Manuel Baños es un orgullo huajuapeño, ya que él ha trabajado nada más que en El Bulli, allá por tierras españolas, así que se imaginarán la cocina molecular a todo lo que da.
Este restaurante mezcla cocina de autor con las nuevas tendencias gastrónomicas y los sabores tradicionales de Oaxaca; la decoración es muy chic y apoya a nuevas promesas ya que casi todos los empleados son muy jóvenes.
Mi menú consistió en un aperitivo que fue una hamburguesita bien sazonada con cominos, el plato fuerte fue un rissoto de mariscos bien cremosito con una película de betabel interesante, mi madre en cambio, se fue por lo tradicional y pidió un caldo de camarón muy bien sazonado pero con unos camarones de tamaño sugerente. El postre fue un taco de mermelada de xoconostle con tortilla de chocolate en forma de crepita con yogur de manzana y aceite de pistache.
La cena no pudo terminar mejor, conociendo en persona al chef que bromeó conmigo ya que decía que necesitaba una dieta.
En conclusión, fue una experiencia culinaria creativa, aunque sí caro y las porciones son pequeñas, pero valió la pena, aunque para la otra, recomiendo que pidan el menú de degustación con mezcalitos.